Comentario sobre la Educación en el Perú

La educación primaria en el Perú ha sido desde siempre un tema de constante preocupación  nacional debido a su baja calidad. Esta inquietud se ve respaldada por datos contundentes, como los resultados obtenidos en la prueba PISA que nos sitúa en los últimos lugares a nivel internacional 

 Aunque se pueden encontrar muchas explicaciones al respecto, una de las fundamentales  es la baja calidad del profesorado. La deficiente formación y preparación de muchos maestros en el

 Perú constituyen un obstáculo significativo en el camino hacia la mejora del sistema educativo

Los docentes desempeñan un papel crucial en la formación de las mentes jóvenes y en la construcción de bases sólidas para un aprendizaje efectivo. 

Hay algunos países líderes en un buen vivir que son líderes en educación. Para estas sociedades la profesión de educador es de las más respetadas con una retribución económica acorde con este reconocimiento.

 Nuestra sociedad en general no valora la profesión de educador como una de las que merece más reconocimiento. Podemos preguntarnos, ¿qué es más importante? Manejar logística , fabricar objetos, en definitiva cosas, o modelar la mente de los niños y adolescentes para que sean buenos ciudadanos:  funcionarios, empresarios, políticos, etc. el día de mañana?

Abundando lo que estoy subrayando si le preguntamos a familias de clase media y alta, si les gustaría que sus hijos varones se dediquen a la docencia de niños y adolescentes, en su inmensa mayoría nos va a contestar que no.

 Esta actitud arroja luz sobre la percepción generalizada de que ser educador no es una profesión valorada ni bien remunerada en la sociedad actual.

Es corriente pensar que la culpa de que la educación pública sea de baja calidad, es por el poco sueldo que cobran los maestros y profesores. Y por esto muchos padres de familia con notable esfuerzo, ponen a sus hijos en colegios privados, pensando que los buenos educadores estarán deseosos de trabajar en colegios privados.

Pues bien, en general no es así. En muchos renombrados colegios privados con pensiones elevadas  que cobran a los padres de los alumnos, los sueldos son notablemente bajos comparados con lo que podrían ganar si se dedicaran a otras profesiones.

Sorprendentemente, en el sector público -en estos últimos años-, los sueldos para los maestros son comparables a los del sector privado. A pesar de esta similitud, la falta de reconocimiento social y el estigma asociado con la profesión de maestro siguen siendo factores disuasorios. La percepción arraigada de que la docencia carece de prestigio y de recompensas adecuadas sigue ahuyentando a los aspirantes a maestros.

La juventud se ve tentada por otras profesiones que ofrecen perspectivas económicas más atractivas, aparejadas con un reconocimiento social mejor, lo que contribuye a la disminución de la calidad de los docentes.

Abordar estos desafíos requerirá una revalorización del papel del educador en la sociedad. Para ello debe haber muchas iniciativas. La primera es que los colegios privados, en la medida que puedan, aumenten los sueldos de los profesores y con línea de carrera, que incluya mejores perspectivas de futuro. Sería bueno  que los padres de familia conozcan lo que cobran los profesores de sus hijos, porque en muchos casos tienen que tener dos o más trabajos ya que no les alcanza su sueldo para vivir dignamente y esto repercute en una menor dedicación a los alumnos. También los medios de opinión tienen responsabilidad al respecto, pues pueden ir educando a la ciudadanía en estos temas. 

Y así podríamos ver otros actores que colaboren en esta revalorización del educador. Y está claro que el trabajo es inmenso y debe colaborar toda la sociedad.

Escrito por Miguel Ferré