Participación ciudadana en la lucha contra el dengue, Experiencia en Ica

Una de las preocupaciones de la ciudadanía en los últimos meses es la preocupación del dengue que afecta a muchas regiones y ya ha causado casi 200 fallecidos en todo el país.

Se piensa que tiene que resolver este problema el MINSA, lo cual es válido respecto a que es el  sector responsable de curar a los enfermos. Incluso en los últimos días se está culpando a la Ministra de salud, exigiendo en algunos casos su salida del cargo por no haber podido atajar la epidemia. A la vez se están destinando fondos para combatir el mal, pensando que es la única solución: dinero permitirá comprar medicinas y contratar a personal.

Mi planteamiento es diferente.

Es evidente que si alguien ha contraído la enfermedad hay que atenderlo de la mejor manera posible, hospitalizándolo, dándole las medicinas adecuadas, etc. 

Pero para que no se propague el dengue lo que hay que hacer es: evitar la propagación del mosquito, que es el que al picar a los humanos transmite la enfermedad y esto se podrá hacer si se eliminan los charcos en donde el mosquito se reproduce. Esta solución es conocida por casi toda la población. El problema está en cómo se puede hacer para eliminar las aguas estancadas de las casas particulares donde, por ejemplo, puede haber floreros con agua o pequeños estanques en el jardín o bebederos de animales. Una posible solución podría ser que el MINSA contrate a miles de ciudadanos que una vez capacitados vayan casa por casa enseñando a eliminar las aguas estancadas. 

Esta solución es inviable, porque es imposible encontrar a personal idóneo para esta función, aunque se pudieran habilitar fondos para pagarles. Por otro lado, las familias no permitirían entrar a su casa a un extraño, aunque dijera que viene de parte del Ministerio de Salud.

Este mismo problema ocurrió hace unos años en Ica. El crecimiento del dengue era exponencial por lo que se vió que era imposible atajarlo por los medios convencionales.

El entonces Gobernador de la región -el ingeniero Fernando Cillóniz- convocó a sus funcionarios de salud, educación y otros, para intentar encontrar una solución. ¡¡¡Y la encontraron!!

Lo que se hizo podría servir de ejemplo para que se implemente rápidamente en las regiones afectadas por la enfermedad.

La Dirección regional de educación, con las UGEL, asumieron el reto de resolver el problema.  Se implementó en todos los colegios estatales -donde había más de 200,000 niños- la lucha contra el dengue. Se capacitó a los maestros para que animaran a los niños a que en sus viviendas se eliminaran los charcos y desapareció el dengue de Ica y el costo de todo este operativo fue prácticamente cero.

Escrito por Miguel Ferré